No te fíes de los acontecimientos, aquello que parece muy malo puede ser, en realidad, algo muy bueno para ti. Si el destino te aparta violentamente de un camino, o de una relación, no tengas duda de que es porque no te convenía, y no lo contrario, que es lo que en un principio tenderás a pensar. Pronto te alegrarás de lo que pase.